Guria Taberna

Entre los pintxos más valorados destacan clásicos como la gilda, el txangurro estilo bruschetta, bonito con mayonesa, tortilla de bacalao con gambas y chuletones en pequeñas porciones. También sorprenden las patatas de padrón, croquetas y algunas carnes bien preparadas. Todo se acompaña de vinos locales, sidras o cervezas, con combinaciones que el personal sugiere según tu gusto. El servicio es siempre atento, dinámico y cercano, lo que genera confianza rápidamente.

El horario es variado: abren al mediodía los viernes, sábados y domingos, y por la tarde‑noche de martes a sábado. Los lunes cierran, por lo que planificar con antelación es recomendable. Suele estar muy concurrido, especialmente al caer la tarde, así que reservar o llegar temprano ayuda a conseguir sitio en este local pequeño pero muy demandado.

En cuanto a precios, la experiencia suele costar entre 20 y 30 € por persona, dependiendo de la cantidad de pintxos y bebida. Esa combinación de variedad, sabor y asequibilidad se traduce en una relación calidad‑precio muy valorada, especialmente entre locales y visitantes que buscan comida auténtica sin ventilar la cartera.

Aunque no tenga muchas mesas, esa cercanía convierte al local en un lugar donde se conversa, se prueba, se repite y se recomienda. Su decoración es básica pero funcional; lo importante no está en la ornamentación sino en el plato. Ubicada cerca del Museu Romántic y a un paseo de la playa, es una parada habitual para quienes buscan comer bien mientras disfrutan del paseo por las callejuelas blancas de Sitges.

La dinamismo del lugar se ve reflejado en las distintas opciones que cambian ligeramente según la temporada. Ya sea por la variedad de pintxos, la atención personal o el ritmo relajado pero vibrante, muchos repiten. Aquí encuentras sabor, frescura, ambiente y un equipo que te recibe con una sonrisa.